Según la Agencia de Noticias Andina, luego de la protesta que la semana pasada en
Cusco movilizó a 50 mil
personas aproximadamente, y que pasara desapercibida en los medios de
comunicación capitalinos, hicimos un recuento de las razones de dicha
movilización. Entre ellas nos llamó la atención la referida a la
construcción del aeropuerto internacional en el distrito de
Chinchero,
provincia
Urubamba, en el
Valle Sagrado de los Incas del
Cusco, toda vez que se trata
de un proyecto que antes de unir, ha dividido la opinión pública y de
expertos, con serios cuestionamientos. Aquí, los datos:
El
aeropuerto internacional de Chinchero sería construido sobre el
territorio de tres comunidades campesinas quechuas, Yanacona, Ayllopongo
y Raqchi Ayllu, las cuales desaparecerían si construye esta mega obra.
Asimismo, afectará las lagunas que hay en la zona, que son fuentes de
agua para el
Cusco y el Valle de Urubamba, así como las aguas
subterráneas que existen bajo estos territorios, la cadena de nevados en
la zona y las tierras agrícolas lo cual representa, otro impacto
importante para la vida de los campesinos porque sus actividad y forma
de vida dependen de las mismas. Además, y no menos importante, es el
hecho de que estas poblaciones son portadores una tradición prehispánica
de tejidos, con técnicas e iconografías ancestrales que mantienen vivas
hasta el día de hoy. Existen además importantes monumentos en la zona
que también se verían afectados, como son los monumentos arqueológicos y
la iglesia de Chinchero, importante patrimonio histórico del país. Con
este aeropuerto se calcula la llegada a la zona de 5 millones de
turistas al año y sería, además, un terminal de carga y descarga de
comercio.
Sin embargo, existe una posibilidad de no afectar la vida de estas
poblaciones, ni el medio ambiente ni el patrimonio, que no se contempla
por ciertos intereses que buscan que el proyecto del aeropuerto en
Chinchero se lleve a cabo de todas maneras. La alternativa es construir
el aeropuerto en la pampa de Occoruro que se encuentra en la provincia
de Paruro. Se trata de un terreno eriazo donde no hay poblaciones y
existe la disponibilidad del Municipio de brindarlo para esta obra. De
esta manera, no sólo se evitaría afectar a las comunidades antes
mencionadas, sino que se daría una oportunidad para esta zona aislada y
empobrecida de formar parte de los circuitos turísticos, con lo cual se
contribuiría también a descongestionar el Valle Sagrado, ya bastante
afectado por la falta de regulaciones en la zona. Tengamos en cuenta
además, que la UNESCO ha recomendado controlar el acceso a
Machu Picchu,
toda vez que la cantidad de turistas a diario está empezando a generar
perjuicios. Además, la pampa de Occoruro se encuentra casi a la misma
distancia de la ciudad de Cusco que Chinchero (40 minutos
aproximadamente).
El proyecto del aeropuerto internacional de Chinchero ha tenido
diversos detractores, sin embargo han sido siempre sometidos a la
contracampaña de medios de comunicación poderosos que respaldan al
proyecto. Es el caso de la congresista Verónika Mendoza, quien planteó
su preocupación por este proyecto pero fue víctima de insultos por parte
de cierta prensa local que la tildó de traidora. Nadie más se ha
atrevido a manifestarse en contra de un proyecto que, como vemos,
generará más perjuicios que beneficios. Pero además, la Asociación de
Pilotos del Perú se opone al proyecto con argumentos técnicos. Ellos
aseguran que el área para la construcción del terminal ha sido mal
elegida por las condiciones topográficas de la zona y que se está
realizando el proyecto de forma errónea lo cual no garantiza la calidad
del servicio ni la viabilidad del proyecto.
Hay quienes argumentan que el aeropuerto debe construirse en
Chinchero porque los estudios ya se encuentran avanzados, sin embargo
esto tampoco es del todo cierto. En su mayoría, se trata de estudios
realizados a fines de la década de 1970 e inicios de la de 1980, lo cual
indica que a la fecha no tienen validez. Se trata, nuevamente, de
ciertas corporaciones, vinculadas al turismo en la región, interesadas
en que el proyecto se desarrolle con premura por su ubicación en el
Valle Sagrado y en la ruta hacia
Machu Picchu.
Siendo nuestro patrimonio uno de nuestros mayores valores como país, y
considerando lo antes mencionado, creemos que hace falta un
pronunciamiento del Ministerio de Cultura y del Ministerio del Ambiente
frente a este proyecto que tiene, además, a la región del Cusco dividida
y que representa una amenaza para las poblaciones campesinas y para
nuestros recursos. La intención debe ser fomentar el desarrollo
turístico del país, pero beneficiando a la población, sobre todo a la
más vulnerable, y protegiendo, como debe ser, nuestro patrimonio
arqueológico, cultural y el medio ambiente.